Durante la celebración del 10º aniversario de Talenmo en Valencia, lanzamos una pregunta directa a más de un centenar de directivos y responsables de personas:
¿Cuál es el factor más crítico en los procesos de transformación empresarial?
La respuesta fue unánime: el talento.
Y, sin embargo, también coincidieron en algo preocupante: el talento casi siempre se gestiona tarde y mal.
Cuando las empresas se enfrentan a procesos de cambio —digitalización, expansión internacional, fusiones o transformaciones de modelo de negocio— aparecen síntomas repetidos:
- Dificultad para atraer perfiles clave.
- Rotación costosa.
- Falta de compromiso y liderazgo inspirador.
- Brechas de competencias que frenan proyectos estratégicos.
Pero esos son efectos.
El verdadero problema está en la causa: no se integra el talento con la misma visión con la que se diseña la estrategia de negocio.
Índice de contenidos
- 1. Un desafío global que trasciende fronteras
- 2. Por qué las empresas aún no logran anticiparse
- 2. Reactividad en lugar de anticipación
- 3. El compromiso se gestiona como algo intangible
1. Un desafío global que trasciende fronteras
El contexto internacional confirma que el reto del talento es estructural:
- Según ManpowerGroup (2024), el 75 % de las empresas a nivel mundial tienen dificultades para encontrar profesionales con las competencias adecuadas. En España, la cifra sube al 78 %.
- La OCDE estima que el 65 % de las organizaciones europeas sufre brechas de competencias (skill gaps) que impactan en la innovación y la productividad.
- El informe Korn Ferry (Global Talent Crunch) alerta de una posible escasez de 85 millones de profesionales en 2030, lo que podría suponer 8,5 billones de dólares en ingresos no generados.
- McKinsey (2024) señala que el 87 % de las compañías reconoce una desconexión entre su estrategia de negocio y su estrategia de talento.
La conclusión es clara: las organizaciones que no integren ambas dimensiones corren el riesgo de quedarse atrás.
2. Por qué las empresas aún no logran anticiparse
Tras más de una década acompañando a compañías de diferentes sectores, en Talenmo hemos detectado tres causas comunes:
1. El talento no forma parte del plan estratégico
Se define el rumbo del negocio sin concretar las capacidades y perfiles que lo harán posible.
2. Reactividad en lugar de anticipación
Las decisiones se toman cuando el proyecto ya está en marcha y el margen de maniobra es mínimo.
3. El compromiso se gestiona como algo intangible
Pese a que es uno de los principales predictores del rendimiento y la retención.
3. El enfoque Talenmo: integrar talento y negocio
En Talenmo creemos que la estrategia de negocio y la estrategia de personas deben hablar el mismo idioma.
Por eso, nuestra metodología alinea propósito, estructura y talento con los objetivos estratégicos de la organización.
Junto a Grupo Nexe, expertos en transformación empresarial, impulsamos un modelo que combina visión de negocio y gestión del talento para generar resultados medibles y sostenibles.
Tres pilares del enfoque estratégico del talento
🔹 1. Diagnóstico Estratégico
Analizamos el contexto competitivo y el plan de negocio para detectar:
- Competencias críticas actuales y futuras.
- Brechas de capacidades clave.
- Roles estratégicos en riesgo.
- Nivel de compromiso y madurez organizativa.
🔹 2. Arquitectura del Talento
Diseñamos los mecanismos que sincronizan personas y estrategia:
- Modelos competenciales y de liderazgo.
- Planes de sucesión y desarrollo.
- Itinerarios de carrera y meritocracia.
- Propuesta de Valor al Empleado (EVP).
🔹 3. Medición y Alineamiento
Definimos un Cuadro de Mando de Talento Estratégico con KPIs claros:
- Cobertura de roles críticos.
- Nivel de compromiso.
- Rotación del talento clave.
- Brecha de competencias.
Todo ello conectado con indicadores de negocio como productividad, velocidad de ejecución y sostenibilidad organizativa.
4. Talento transformador: aprendizajes sectoriales
Casos reales muestran cómo el talento impulsa la transformación:
- Banca: reconversión de perfiles hacia analítica y asesoramiento digital.
- Retail: evolución de miles de puestos hacia la omnicanalidad (caso MediaMarkt).
- Sociosanitario: digitalización de roles y desarrollo de nuevas competencias analíticas.
En todos los sectores, la constante es la misma: sin transformación del talento no hay transformación del negocio.
5. Tres horizontes para una estrategia viva
| Horizonte | Foco principal | Objetivo |
|---|---|---|
| 12 meses | Eficiencia | Selección, compromiso, cobertura crítica. |
| 36 meses | Profesionalización | Liderazgo, modelos competenciales, sucesión. |
| +5 años | Transformación | Cultura adaptativa, analítica de talento, ecosistemas de desarrollo. |
6. Compromiso: el multiplicador del talento
En Talenmo medimos el compromiso como una ecuación de tres factores:
| Factor | Pregunta clave |
|---|---|
| Motivación | ¿Las personas sienten entusiasmo por su trabajo? |
| Satisfacción | ¿Perciben bienestar y reconocimiento? |
| Vinculación | ¿Desean contribuir al futuro de la empresa? |
7. Liderazgo y propósito: el punto de inflexión
Cuando el liderazgo asume el talento como tema de negocio:
- RRHH se convierte en socio estratégico.
- Los KPIs de talento entran en el cuadro de mando corporativo.
- El propósito se convierte en guía de la estrategia.
“El talento no pertenece a Recursos Humanos. Pertenece a toda la organización.”
— Equipo Talenmo
Conclusión: del talento al valor sostenible
En un entorno de cambio continuo, solo las organizaciones que anticipan y desarrollan su talento podrán adaptarse con agilidad y propósito.
El enfoque Talenmo demuestra que el talento no es un coste: es la estrategia en acción.
Solicita una sesión de diagnóstico de talento con Talenmo y descubre cómo convertir tu estrategia de personas en tu mayor ventaja competitiva.