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Talento: ¿nativo o adquirido? ¿Cuál potenciar en tu empresa?

En el debate sobre el desarrollo organizativo, una pregunta aparece con frecuencia:

“¿El talento se nace o se hace?”

En Talenmo, tras años acompañando a empresas en sus procesos de transformación, hemos aprendido que el talento no es una condición, sino una ecuación: combina potencial, desarrollo y contexto.

Por eso, más que elegir entre talento nativo o talento adquirido, el reto está en identificar, potenciar y equilibrar ambos dentro de la estrategia de personas.

Dos caras del mismo activo: entender el talento nativo y el adquirido

El talento tiene múltiples manifestaciones, pero desde una perspectiva organizacional distinguimos dos fuentes principales:

Talento nativo

Es el que nace de las capacidades innatas o predisposiciones naturales: habilidades analíticas, empatía, creatividad, pensamiento estratégico, liderazgo intuitivo…
Se reconoce por la facilidad con que una persona destaca en un ámbito sin haberlo aprendido formalmente.

Ventajas:

  • Rapidez de aprendizaje en entornos afines.
  • Desempeño diferencial en contextos de alta exigencia.
  • Capacidad de innovación o intuición natural.

Limitaciones:

  • Si no se gestiona, puede estancarse o volverse rígido.
  • El exceso de confianza puede limitar el desarrollo.

Talento adquirido

Es el talento desarrollado a través de la experiencia, la formación y la práctica consciente.
Suele vincularse a competencias técnicas, gestión de personas, comunicación o adaptabilidad.

Ventajas:

  • Alta capacidad de evolución y aprendizaje.
  • Mayor transferencia a distintos contextos o funciones.
  • Impulsa la cultura de mejora continua.

Limitaciones:

  • Requiere inversión en desarrollo y acompañamiento.
  • Su impacto depende del entorno y la oportunidad de aplicar lo aprendido.

Si te interesan los contenidos que encuentras en este blog y quieres optimizar la estructura organizativa de tu empresa, nuestros talleres, cursos y seminarios te van a interesar. ¿Hablamos?

Cómo identificar el equilibrio adecuado en tu organización

El equilibrio entre talento nativo y adquirido depende del modelo de negocio y la cultura corporativa.
Algunos ejemplos ilustran bien esta dualidad:

  • En empresas tecnológicas, el talento nativo suele destacar en innovación, pero requiere estructuras formativas sólidas para sostener el crecimiento.
  • En entornos industriales o financieros, el talento adquirido garantiza procesos estables y calidad, pero necesita espacios de creatividad para evitar la rigidez.
  • En organizaciones en transformación, la clave está en combinar ambos perfiles: quienes piensan diferente y quienes saben ejecutar con excelencia.

En Talenmo utilizamos diagnósticos que permiten visualizar la proporción y madurez del talento organizativo, ayudando a cada empresa a diseñar su propia estrategia de equilibrio.

Cómo potenciar el talento nativo sin perder estructura

  1. Identifica las fortalezas naturales.
    Usa evaluaciones psicométricas, feedback 360º o dinámicas de talento para reconocer capacidades innatas.
  2. Acompaña con formación adaptativa.
    El talento natural florece con retos y oportunidades, no con estandarización.
  3. Diseña itinerarios personalizados.
    El desarrollo debe partir de lo que la persona ya es, no solo de lo que necesita aprender.
  4. Fomenta entornos de autonomía y creatividad.
    La confianza es el mejor catalizador del talento nativo.

Cómo desarrollar el talento adquirido con visión estratégica

  1. Vincula el aprendizaje al propósito y a los retos reales.
    Las formaciones deben responder a objetivos concretos del negocio.
  2. Crea programas de desarrollo progresivo.
    No basta con capacitar: hay que acompañar en la aplicación.
  3. Evalúa el impacto del aprendizaje.
    Mide la transferencia al puesto, la productividad y el compromiso.
  4. Promueve la cultura de aprendizaje continuo.
    El talento adquirido es el que más se adapta a los cambios del mercado.

Talento y competitividad: una ecuación inseparable

Las organizaciones más competitivas del futuro no serán las que “tengan más talento”, sino las que sepan cultivarlo.
Integrar ambos enfoques —nativo y adquirido— permite construir equipos diversos, resilientes y sostenibles.

En palabras de uno de nuestros clientes del sector retail:

“El verdadero cambio llegó cuando dejamos de buscar talento perfecto y empezamos a desarrollar talento posible.”

La gestión estratégica del talento consiste precisamente en eso: ver el potencial donde otros solo ven desempeño.

El enfoque Talenmo: del potencial al rendimiento

En Talenmo ayudamos a las empresas a transformar el talento en una ventaja competitiva sostenible, integrando tres dimensiones:

  1. Diagnóstico estratégico del talento: identificar competencias críticas y brechas futuras.
  2. Diseño de arquitectura del talento: definir modelos de desarrollo, sucesión y meritocracia.
  3. Medición y cultura de desarrollo: construir cuadros de mando de talento que conecten con los KPIs de negocio.

Porque cuando el talento se gestiona estratégicamente, la rentabilidad y la sostenibilidad humana se alinean.

el mejor talento es el que crece contigo

El debate entre talento nativo o adquirido no tiene ganador.
El verdadero liderazgo consiste en crear las condiciones para que ambos florezcan.

Invertir en talento es invertir en futuro, pero hacerlo bien requiere visión, método y propósito.

Descubre cómo impulsar el talento estratégico en tu organización con Talenmo. Solicita una sesión de diagnóstico y da el siguiente paso hacia una cultura de desarrollo sostenible.

Evaluaciones exhaustivas de los procesos, estructuras organizativas y recursos disponibles que permiten identificar áreas de mejora y desarrollar planes de acción concretos y realistas.

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